jueves, 14 de mayo de 2015


BOCHORNO HISTÓRICO DE BOCA



La revancha entre River y su eterno rival fue concluida de forma anticipada luego de una hora y media de entretiempo, debido a que el plantel del Más Grande sufrió un ataque delictivo de un grupo de fanáticos locales con gas pimienta cuando salía a jugar el segundo tiempo. ¿Y ahora que resolverá la Conmebol? ¿Sancionará? ¿El partido continuará sin público? Un bochorno. Una vergüenza que recorrió el mundo. Una verdadera mancha imborrable, con el aplauso de la mayoría de la gente que estuvo en el estadio, apañando semejante acto de vandalismo. Un papelón histórico que sacudió al Superclásico y obligó a que fuera suspendido sin que comenzara el complemento, tras una serie de intentos en vano porque Leonardo Ponzio, Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni, quienes fueron los más afectados, sufrieron quemaduras a raíz de la sustancia utilizada. Cuando River salía a jugar el segundo tiempo, la manga del vestuario visitante fue vulnerada por un grupo de delincuentes que arrojó gas pimienta desde la cabecera baja principal, causando un feroz ataque a los jugadores. Nadie lo impidió ni fue reforzada la zona donde hubo agresiones posteriores. ¿Connivencia de Boca? Por lo pronto, los médicos de la Confederación Sudamericana de Fútbol revisaron a los jugadores y determinaron, luego de idas y venidas, de dudas inexplicábles, que no estaban en condiciones de seguir actuando e incluso separaron las camisetas dañadas para someterlas a diversos exámenes. Así, la suspensión fue inexorable, aunque los miembros de la máxima organización del fútbol en sudamérica se tomó más de una hora para tomar una decisión que era obvia. Luego de una etapa inicial en la que River fue superior, pese a que en los últimos metros careció de contundencia para marcar el tan deseado gol de visitante, sucedió lo que a esta altura de ninguna manera resulta inesperado. Un arsenal de agresiones. Gas pimienta en la manga, que al ser cerrada generó que los efectos fueran altamente nocivos sobre los futbolistas del Millonario al quedar concentrada la sustancia. Como si fuera poco, los utileros de La Banda recibieron escupitajos, proyectiles y demás ataques cuando, ya sin la manga, se dirigieron hacia los camarines para buscar elementos de sanidad. Además, un imbécil, desde afuera del estadio empleó un drone para hacerse el gracioso con una bandera mientras los jugadores de River se reparaban de semejante ataque. Sebastián Driussi fue el primero en aparecer por el terreno, completamente afectado. El resto apareció enseguida. Julio Chiarini no ocultó su enojo. Tampoco los menos afectados. Y para dejar en claro la existencia de una connivencia de algún sector de Boca, fue cortado el suministro de agua en el vestuario visitante, impidiendo que el plantel pudiera ducharse. ¿No amerita una sanción fuerte de la Conmebol? A las 22.13, enterado de lo sucedido, Rodolfo D'Onofrio, acompañado por Matías Patanian y varios empleados de seguridad de River, ingresaron al campo para intervenir. Rodolfo Arruabarrena hizo otro papelón al quejarse con el presidente del Más Grande. ¿Y la empatía? ¿El respeto hacia el prójimo por encima de los colores? Evidentemente, no lo tuvo. Entonces, pese a que la decisión se supo minutos antes en la zona de vestuario, con el aval de los directivos de la Conmebol, Darío Herrera suspendió el encuentro a las 23.13, mientras los imbéciles locales pedían la muerte de todos los hinchas de River. Un ejemplo de lo que reina en Brandsen 805. La fiel muestra de que poco les importa entender que el fútbol es una pasión. Que la violencia y el folklore no saben distinguirlo. Todo lo que ningún hincha de River, ni seguramente de los demás equipos, quiere ser.

"Ni una menos": crece la campaña para manifestarse contra el femicidio

"Ni una menos": crece la campaña para manifestarse contra el femicidio
El crimen de Chiara Páez, de 14 años, impulsó a reunirse frente al Congreso de la Nación, el 3 de junio para marchar contra la violencia de género

 La historia de Chiara Páez, 14 años, embarazada, asesinada y enterrada en el patio de la casa de su novio, fue la gota que desbordó el vaso.
Hace 10 días, otra mujer, Gabriela Parra, fue apuñalada hasta la muerte por un hombre que estaba obsesionado con ella.
Antes fueron Melina Romero, Lola Chomnalez, Angeles Rawson.
En Tucumán, y sólo en lo que va de 2015, pasaron a engrosar la lista sangrienta Cinthia Johana Moyano Trejo, encontrada muerta a la vera de la ruta 157, jurisdicción de Río Colorado, casi desnuda, envuelta en una frazada; Marta "Coty" Díaz, de 25 años, en un terreno baldío de Yerba Buena, a metros de la avenida Solano Vera; Leydi Meneses, de 42 años, cuyo cuerpo estaba dentro de un auto, en un camino de Ranchillos.
A lo largo de 2014, 277 mujeres fueron asesinadas en Argentina, en crímenes vinculados con su condición de mujer. Una cada 30 horas. En siete años, 1.808 fueron asesinadas por violencia sexista en el país. Y las cifras sólo reflejan los casos que se reflejan en los diarios. No cuenta los que no se denuncian, informó La Gaceta.
Campaña contra el maltrato
Esta semana, la maquinaria de las redes sociales se puso en marcha y la indignación se concretó en una llamado a salir a las calles, para reclamar que se ponga un freno a los femicidos.
La convocatoria es el 3 de junio, bajo la consigna "Ni una menos" y "Basta de femicidios".
En Buenos Aires, se reunirán frente al Congreso de la Nación, a las 17.
En Tucumán, la convocatoria partirá desde la Plaza Yrigoyen hacia la Plaza Independencia, en un horario a confirmar.
Además, dijo Vicky Disatnik, de la "Casa del Encuentro", se reclamará por la aplicación de unaLey de Emergencia para frenar la violencia de género, que implica la apertura de refugios para mujeres golpeadas, la creación de fiscalías de familia especialmente preparadas para tratar estos casos, la capacitación a quienes deben recibir las denuncias (en la Policía, en la Justicia y en los centros de salud), y la asignación de presupuesto para poder concretar todos estos pedidos.
La iniciativa busca concientización y el pedido desesperado de un freno a estas muertes y a todo tipo de violencia de género.